jueves, 4 de abril de 2019

Anuncian “La Ruta del Venerable” José Gregorio Hernández, ejemplo de fe en Venezuela

Vitral del. Dr. José Gregorio Hernández. 
Foto: RjCastillo

El próximo 13 de abril de 2019, la Arquidiócesis de Caracas realizará “La Ruta del Venerable”, en el marco de los 100 años de la muerte del Dr. José Gregorio Hernández, cuya causa de beatificación está a la espera de la aprobación de un milagro obrado por su intercesión.
Según informa la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), la caminata comenzará a las 8:00 a.m.
En declaraciones a ACI Prensa, el Cardenal Jorge Urosa explicó que el recorrido de siete kilómetros “es una caminata en el centro de Caracas, por los lugares donde vivió, oró y trabajó. Irá de la Iglesia de San Benito en San José del Ávila al Hospital Vargas, donde trabajó como médico, investigador y profesor, hasta su antigua casa. Luego a la Iglesia de Las Mercedes, para pasar a la antigua sede de la universidad donde enseñó medicina, y concluirá en la Iglesia de Candelaria, donde reposan actualmente sus restos”.
Mons. Tulio Ramírez, Obispo Auxiliar de Caracas y vicepostulador de la causa de beatificación dijo que “el objetivo de esta caminata es dar a conocer a las nuevas generaciones la figura entrañable del Venerable Dr. José Gregorio Hernández, un hombre de ciencia, un hombre profundamente convencido de la solidaridad humana y un hombre profundamente religioso, que demostró que la religiosidad no está reñida con la ciencia”.
El Cardenal Urosa, Arzobispo Emérito de Caracas, explicó a ACI Prensa que “La Ruta del Venerable” es una “caminata piadosa que busca fomentar el conocimiento y promover la devoción al Dr. Hernández”. “Es, después de Jesucristo y la Santísima Virgen María, la persona con más devotos entre nosotros”, resaltó.
El Purpurado venezolano explicó además que el Venerable José Gregorio Hernández era un investigador científico que “murió en olor de santidad el 29 de junio de 1919. Fue atropellado por uno de los pocos automóviles que había en Caracas en esa época, y falleció a consecuencia del impacto”.
“Su causa de beatificación fue abierta en 1949. El 16 de enero de 1986, el Papa San Juan Pablo II declaró que el Dr. Hernández había practicado las virtudes en grado heroico, por lo cual se le otorgó el título de Venerable. Es entonces un ejemplo de virtudes cristianas”, dijo el Cardenal a ACI Prensa.
“Fue muy querido en vida y su trágica muerte fue muy sentida por el pueblo, por gente de todas las clases sociales. Desde su muerte fue considerado un verdadero santo y se le tributaron muchos homenajes académicos y cívicos”, continuó.
“Actualmente su devoción es muy extendida, y es apreciado por todos los católicos venezolanos y por los investigadores científicos, por los médicos y profesores universitarios”, destacó el Cardenal.
El Arzobispo Emérito de Caracas dijo que todos en Venezuela “anhelamos su beatificación, y sería maravillosa, pues es el testimonio de un laico insigne, de brillante trayectoria social, académica, universitaria, cívica; un verdadero ejemplo de virtudes y testimonio de la elevación espiritual que la fe cristiana  produce en quienes la profesan”.
“En estos momentos de graves sufrimientos y penurias para el pueblo venezolano, el  Venerable Dr. Hernández es un ejemplo de fe y fortaleza, así como de generosidad y entrega al prójimo por amor a Dios”, concluyó.
Breve biografía
José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en el pequeño pueblo campesino de Isnotú, estado de Trujillo (Venezuela). Su madre falleció cuando él tenía solo ocho años.
Estudió Medicina en Caracas y tuvo tanto éxito que el presidente venezolano lo envió a estudiar microscopía, histología normal, patología y fisiología experimental en París.
Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Después de llevar a su familia a la capital, quiso ser monje de clausura en Italia, para dedicarse solo a Dios.
En 1908 entró a la Cartuja de Farneta con el nombre de hermano Marcelo. Sin embargo, algunos meses después se enfermó y su superior le ordenó volver a Venezuela para recuperarse.
Llegó a Caracas en abril de 1909 y recibió el permiso para ingresar en el Seminario Santa Rosa de Lima, pero siguió anhelando la vida monástica. Volvió a Roma luego de tres años, hizo algunos cursos de Teología en el Colegio Pío Latinoamericano, pero una vez más enfermó y tuvo que retornar a Venezuela.
Comprendió que Dios lo quería laico y ya no intentó regresar a la vida religiosa. Decidió convertirse en médico católico ejemplar, sirviendo al Señor en los enfermos.
Dedicaba dos horas diarias para servir a los más pobres.
Un día, mientras cruzaba la calle para comprar medicinas para una anciana muy pobre, fue atropellado y llevado a un hospital donde un sacerdote pudo impartirle la Unción de los Enfermos, antes de morir el 29 de junio de 1919.
Caracas se conmovió y muchos decían: "Ha muerto un santo". Fueron tantos los que asistieron a su velorio que las autoridades tuvieron que intervenir para organizar a la multitud que quería despedirse de él.
Fuente: AciPrensa 03.04.2019 / Publicado por: O.Revette 04.04.2019

jueves, 7 de marzo de 2019

Programa Cuaresma y Semana Santa 2019

PARROQUIA SAN CARLOS BORROMEO
Arquidiocesis de Caracas / Caricuao Caracas Venezuela
Consejo Pastoral Parroquial / Caracas, 23.02.2019



Miércoles 06 Marzo 2019 “Miércoles de Cenizas”
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5:00pm: Santo Rosario / 5:30pm: Santa Misa. 

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Viernes 8 al 15 de Marzo 2019 
"Visita del Nazareno Peregrino"
Imagen relacionada

Viernes 08 de Marzo 2019
4:30pm  Procesión desde la Iglesia Ntra Sra. del Buen Consejo UD4
5:30pm Santa Misa "Bienvenida Nazareno Peregrino"
Viernes 15 de Marzo 2019
4:30pm Despedida del Nazareno Peregrino y 
Procesión hasta la Iglesia Santa Rita de Casia UD3

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Todos los Viernes de Cuaresma: 
Vía Crucis en la Calle / Hora: 6:00pm

08/03/2019 - Desde el Bloque 1 al 10 - UD5
15/03/2019 - Desde el Bloque 11 al 16 - UD5
22/03/2019 - Desde el Bloque 17 al 23 - UD5
29/03/2019 - Desde el Bloque 24 al 32 - UD5
05/04/2019 - Desde el Bloque 33 al 39 - UD5
12/04/2019 - Desde el Bloque 1 al 7 – UD6

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Martes 19 de Marzo 2019: 
5:30pm Santa Misa de San José

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“Domingo de Ramos” 14 de Abril 2019

8:30am: Entrega y Bendición de los Ramos en la Plaza Gardel Sector UD5, luego Procesión hasta la Iglesia SCB.

9:00am: Santa Misa. (Iglesia)


5:00pm: Santa Misa. 

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“Lunes Santo” 15 de Abril 2019

4:00pm: Santa Misa y Unción de los Enfermos

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“Martes Santo” 16 de Abril 2019

4:00pm: Santa Misa.
5:00pm Proyección de la película "La Pasión de Cristo".

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“Miércoles Santo” 17 de Abril 2019
“Día del Nazareno”
Foto Cortesia: FotoHistoriaCaricuao

Desde las 9:00am: Visita y Devoción del Nazareno.
(La Iglesia estará abierta todo el día para visitas del Nazareno)
4:00pm: Santa Misa del Nazareno.
5:00pm: Procesión del Nazareno.
(Salida desde la Iglesia, la Av. Principal La Hacienda UD5, hasta la Plaza Gardel, Retornando por la UD6, hasta la Iglesia).


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“Jueves Santo” 18 de Abril 2019
“Institución de la Eucaristía, del Sacerdocio
y  Amor Fraterno”

8:00am: Laudes. 
9:00am Misa Crismal en la Catedral de Caracas.
4:00pm: Santa Misa Vespertina de la Cena del Señor.
 5:00pm a 9:00pm: Adoración al Santísimo Sacramento del Altar.

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“Viernes Santo” 19 de Abril 2019
“Pasión y Muerte de Jesús”


8:00am: Laudes. 
4:00pm: Oficios Religiosos. “Celebración de la Pasión y Muerte de Jesús”
5:00pm: Representación del Vía Crucis viviente infantil.
(En la Iglesia).

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“Sábado Santo” 20 de Abril 2019

8:00am: Laúdes.
7:00pm: SOLEMNE VIGILIA PASCUAL
12:00am: SOLEMNE VIGILIA PASCUAL
1.-Liturgia de la Luz. 
(Procesión desde Bloq.4 UD6)
2.-Liturgia de la Palabra.
3.-Liturgia Bautismal. 
(Renovación de las Promesas Bautismales)
4.-Eucaristía Pascual .

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 “Domingo de Resurrección” 21 de Abril 2019

4:30pm: Santo Rosario
5:00pm: Santa Misa de Resurrección.



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Nuestras Redes Sociales: 
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Twitter: @scarlosborromeo
Pastoral de Comunicación y Medios SCB /
Fuente: Consejo Pastoral Parroquial 23.02.2019 / Publicado por: O.Revette

Miércoles de Ceniza 2019: El Papa Francisco invita a liberarse de “tentáculos del consumismo” en Cuaresma

Papa Francisco durante Misa de Miércoles de Ceniza
Foto: Captura de pantalla

El Papa Francisco preside este 6 de marzo 2019 la Misa de Miércoles de Ceniza en la que invitó a los fieles a liberarse en esta Cuaresma “de los tentáculos del consumismo y de las trampas del egoísmo” y a responder a la llamada del Señor, que “nos llama a una vida encendida en su fuego”.
“Necesitamos liberarnos de los tentáculos del consumismo y de las trampas del egoísmo, de querer cada vez más, de no estar nunca satisfechos, del corazón cerrado a las necesidades de los pobres. Jesús, que arde con amor en el leño de la cruz, nos llama a una vida encendida en su fuego, que no se pierde en las cenizas del mundo; una vida que arde de caridad y no se apaga en la mediocridad”.
Desde la Basílica de Santa Sabina, en Roma, el Papa dijo que la Cuaresma “es una llamada a detenerse, a ir a lo esencial, a ayunar de aquello que es superfluo y nos distrae. Es un despertador para el alma”.
“La Cuaresma”, continuó, “es el tiempo para redescubrir la ruta de la vida. Porque en el camino de la vida, como en todo viaje, lo que realmente importa es no perder de vista la meta”.
Afirmó que “para encontrar de nuevo la ruta, hoy se nos ofrece un signo: ceniza en la cabeza. Es un signo que nos hace pensar en lo que tenemos en la mente. Nuestros pensamientos persiguen a menudo cosas transitorias, que van y vienen. La ligera capa de ceniza que recibiremos es para decirnos, con delicadeza y sinceridad: de tantas cosas que tienes en la mente, detrás de las que corres y te preocupas cada día, nada quedará. Por mucho que te afanes, no te llevarás ninguna riqueza de la vida. Las realidades terrenales se desvanecen, como el polvo en el viento”.
“Los bienes son pasajeros, el poder pasa, el éxito termina. La cultura de la apariencia, hoy dominante, que nos lleva a vivir por las cosas que pasan, es un gran engaño. Porque es como una llamarada: una vez terminada, quedan solo las cenizas”.
Por lo tanto, “la Cuaresma es el momento para liberarnos de la ilusión de vivir persiguiendo el polvo. La Cuaresma es volver a descubrir que estamos hechos para el fuego que siempre arde, no para las cenizas que se apagan de inmediato; por Dios, no por el mundo; por la eternidad del cielo, no por el engaño de la tierra; por la libertad de los hijos, no por la esclavitud de las cosas”.
“Dios, los hermanos, mi vida: estas son las realidades que no acaban en la nada, y en las que debemos invertir. Ahí es hacia donde nos invita a mirar la Cuaresma: hacia lo Alto, con la oración, que nos libra de una vida horizontal y plana, en la que encontramos tiempo para el yo, pero olvidamos a Dios. Y después hacia el otro, con caridad, que nos libra de la vanidad del tener, del pensar que las cosas son buenas si lo son para mí”.
Finalmente, “nos invita a mirar dentro de nosotros mismos con el ayuno, que nos libra del apego a las cosas, de la mundanidad que anestesia el corazón. Oración, caridad, ayuno: tres inversiones para un tesoro que no se acaba”.
Fuente: Aciprensa 06.03.2019 / Publicado por: O.Revette 07.03.2019

miércoles, 6 de marzo de 2019

Papa Francisco alienta a jóvenes a no dejar la parroquia luego de la Confirmación

El Papa Francisco bendice a una joven. 
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa


En el encuentro que sostuvo con los niños y jóvenes de la parroquia San Crispín de Viterbo en Roma, el Papa Francisco los llamó a no dejar de asistir a la iglesia luego de recibir el sacramento de la Confirmación.
El domingo 3 de marzo 2019 el Papa mantuvo un diálogo con los niños y jóvenes que se preparan para la Primera Comunión y la Confirmación, y les dijo que luego de recibir estos sacramentos es necesario perseverar en la vida de fe “porque muchos hacen la Confirmación y dicen adiós al párroco y no vuelven sino hasta el momento del matrimonio. Es bello volver para el matrimonio. ¿Es bello o no?”. “Sí”, contestaron los presentes.
Luego Francisco continuó: “¿Es bello irse luego de la Confirmación y no volver más sino hasta el momento del matrimonio? No, esto no es bello. La Confirmación es el sacramento que les da la fuerza, la fuerza para luchar, para seguir adelante y para vencer en la vida. No es el sacramento del adiós a la parroquia”.
El Pontífice explicó que la Confirmación es el sacramento que da “fuerza para vivir como cristiano, para luchar, porque viene a ti el Espíritu Santo que te ayuda. Y la Confirmación nos ayudará a ir adelante en la vida, a luchar y sobre todo les dará una cosa bellísima: porque viene el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo porta un regalo muy grande: la alegría. La Confirmación les dará la alegría”.
A continuación el Papa cuestionó: “¿Un niño o un joven que no es alegre, está bien?” y contestó: “No, no está bien. Se apaga y estará triste, así no está bien”. “Y si sientes tristeza y no puedes estar alegre, anda con tu mamá, con tu papá, con el párroco, con el catequista y pregunta: ‘¿Por qué no puedo estar alegre?’ Defender la alegría. Y díganme, ¿el diablo les da alegría?”, a lo que los asistentes respondieron: “No”. “No, te da tristeza y rabia. Te da rabia ¿y luego? Tristeza. La gente piensa que cuando el diablo te dice ‘haz esto’, te da alegría. Es una alegría aparente”, precisó el Papa.
Francisco comparó luego la falsa alegría que da el diablo con el comer caramelos, pues cuando se comen muchos, dijo, “duele el estómago”.
“El diablo te da la alegría de un momento y luego viene el ‘dolor de estómago’ en el alma. Te enferma el alma. En vez de eso, el Espíritu Santo te da la gloria que no enferma. ¿Entendido? ¡Sean valientes! Gracias. Y sean firmes. ¡Gracias!”, concluyó el Papa.
El numeral 1285 del Catecismo de la Iglesia Católica indica que “con el Bautismo y la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación constituye el conjunto de los ‘sacramentos de la iniciación cristiana’, cuya unidad debe ser salvaguardada”.
Además señala que a los bautizados “el sacramento de la Confirmación los une más íntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza especial del Espíritu Santo”.
“De esta forma quedan obligados aún más, como auténticos testigos de Cristo, a extender y defender la fe con sus palabras y sus obras”.
“La Confirmación, como el Bautismo, imprime en el alma del cristiano un signo espiritual o carácter indeleble; por eso este sacramento solo se puede recibir una vez en la vida”, señala el numeral 1317.
Fuente: AciPrensa 05-03-2019 / Publicado por: O.Revette 06-03-2019

martes, 26 de febrero de 2019

Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de 2019

El Papa Francisco. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa


La Santa Sede difundió este martes 26 de febrero 2019 el mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de este 2019, en el que, mediante el ayuno, la oración y la limosna, hace un llamado a la conversión.
“Que nuestra Cuaresma suponga recorrer ese mismo camino, para llevar también la esperanza de Cristo a la creación, que ‘será liberada de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios’. No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable. Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión. Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros mismos, y dirijámonos a la Pascua de Jesús; hagámonos prójimos de nuestros hermanos y hermanas que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales”.
A continuación, el texto completo del mensaje del Papa Francisco:
Cada año, a través de la Madre Iglesia, Dios «concede a sus hijos anhelar, con el gozo de habernos purificado, la solemnidad de la Pascua, para que […] por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, lleguemos a ser con plenitud hijos de Dios» (Prefacio I de Cuaresma). De este modo podemos caminar, de Pascua en Pascua, hacia el cumplimiento de aquella salvación que ya hemos recibido gracias al misterio pascual de Cristo: «Pues hemos sido salvados en esperanza» (Rm 8,24).
Este misterio de salvación, que ya obra en nosotros durante la vida terrena, es un proceso dinámico que incluye también a la historia y a toda la creación. San Pablo llega a decir: «La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios» (Rm8,19). Desde esta perspectiva querría sugerir algunos puntos de reflexión, que acompañen nuestro camino de conversión en la próxima Cuaresma.
1. La redención de la creación
La celebración del Triduo Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, culmen del año litúrgico, nos llama una y otra vez a vivir un itinerario de preparación, conscientes de que ser conformes a Cristo (cf. Rm 8,29) es un don inestimable de la misericordia de Dios.
Si el hombre vive como hijo de Dios, si vive como persona redimida, que se deja llevar por el Espíritu Santo (cf. Rm 8,14), y sabe reconocer y poner en práctica la ley de Dios, comenzando por la que está inscrita en su corazón y en la naturaleza, beneficia también a la creación, cooperando en su redención.
Por esto, la creación —dice san Pablo— desea ardientemente que se manifiesten los hijos de Dios, es decir, que cuantos gozan de la gracia del misterio pascual de Jesús disfruten plenamente de sus frutos, destinados a alcanzar su maduración completa en la redención del mismo cuerpo humano. Cuando la caridad de Cristo transfigura la vida de los santos —espíritu, alma y cuerpo—, estos alaban a Dios y, con la oración, la contemplación y el arte hacen partícipes de ello también a las criaturas, como demuestra de forma admirable el “Cántico del hermano sol” de san Francisco de Asís (cf. Enc. Laudato si’, 87). Sin embargo, en este mundo la armonía generada por la redención está amenazada, hoy y siempre, por la fuerza negativa del pecado y de la muerte.
2. La fuerza destructiva del pecado
Efectivamente, cuando no vivimos como hijos de Dios, a menudo tenemos comportamientos destructivos hacia el prójimo y las demás criaturas —y también hacia nosotros mismos—, al considerar, más o menos conscientemente, que podemos usarlos como nos plazca.
Entonces, domina la intemperancia y eso lleva a un estilo de vida que viola los límites que nuestra condición humana y la naturaleza nos piden respetar, y se siguen los deseos incontrolados que en el libro de la Sabiduría se atribuyen a los impíos, o sea a quienes no tienen a Dios como punto de referencia de sus acciones, ni una esperanza para el futuro (cf. 2,1-11). Si no anhelamos continuamente la Pascua, si no vivimos en el horizonte de la Resurrección, está claro que la lógica del todo y ya, del tener cada vez más acaba por imponerse.
Como sabemos, la causa de todo mal es el pecado, que desde su aparición entre los hombres interrumpió la comunión con Dios, con los demás y con la creación, a la cual estamos vinculados ante todo mediante nuestro cuerpo.
El hecho de que se haya roto la comunión con Dios, también ha dañado la relación armoniosa de los seres humanos con el ambiente en el que están llamados a vivir, de manera que el jardín se ha transformado en un desierto (cf. Gn 3,17-18). Se trata del pecado que lleva al hombre a considerarse el dios de la creación, a sentirse su dueño absoluto y a no usarla para el fin deseado por el Creador, sino para su propio interés, en detrimento de las criaturas y de los demás.
Cuando se abandona la ley de Dios, la ley del amor, acaba triunfando la ley del más fuerte sobre el más débil. El pecado que anida en el corazón del hombre (cf. Mc 7,20-23) —y se manifiesta como avidez, afán por un bienestar desmedido, desinterés por el bien de los demás y a menudo también por el propio— lleva a la explotación de la creación, de las personas y del medio ambiente, según la codicia insaciable que considera todo deseo como un derecho y que antes o después acabará por destruir incluso a quien vive bajo su dominio.
3. La fuerza regeneradora del arrepentimiento y del perdón
Por esto, la creación tiene la irrefrenable necesidad de que se manifiesten los hijos de Dios, aquellos que se han convertido en una “nueva creación”: «Si alguno está en Cristo, es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo» (2 Co5,17). En efecto, manifestándose, también la creación puede “celebrar la Pascua”: abrirse a los cielos nuevos y a la tierra nueva (cf. Ap 21,1).
Y el camino hacia la Pascua nos llama precisamente a restaurar nuestro rostro y nuestro corazón de cristianos, mediante el arrepentimiento, la conversión y el perdón, para poder vivir toda la riqueza de la gracia del misterio pascual.
Esta “impaciencia”, esta expectación de la creación encontrará cumplimiento cuando se manifiesten los hijos de Dios, es decir cuando los cristianos y todos los hombres emprendan con decisión el “trabajo” que supone la conversión. Toda la creación está llamada a salir, junto con nosotros, «de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Rm 8,21).
La Cuaresma es signo sacramental de esta conversión, es una llamada a los cristianos a encarnar más intensa y concretamente el misterio pascual en su vida personal, familiar y social, en particular, mediante el ayuno, la oración y la limosna.
Ayunar, o sea aprender a cambiar nuestra actitud con los demás y con las criaturas: de la tentación de “devorarlo” todo, para saciar nuestra avidez, a la capacidad de sufrir por amor, que puede colmar el vacío de nuestro corazón.
Orar para saber renunciar a la idolatría y a la autosuficiencia de nuestro yo, y declararnos necesitados del Señor y de su misericordia.
Dar limosna para salir de la necedad de vivir y acumularlo todo para nosotros mismos, creyendo que así nos aseguramos un futuro que no nos pertenece. Y volver a encontrar así la alegría del proyecto que Dios ha puesto en la creación y en nuestro corazón, es decir amarle, amar a nuestros hermanos y al mundo entero, y encontrar en este amor la verdadera felicidad.
Queridos hermanos y hermanas, la “Cuaresma” del Hijo de Dios fue un entrar en el desierto de la creación para hacer que volviese a ser aquel jardín de la comunión con Dios que era antes del pecado original (cf. Mc 1,12-13; Is 51,3).
Que nuestra Cuaresma suponga recorrer ese mismo camino, para llevar también la esperanza de Cristo a la creación, que «será liberada de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios» (Rm 8,21). No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable. Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión.
Abandonemos el egoísmo, la mirada fija en nosotros mismos, y dirijámonos a la Pascua de Jesús; hagámonos prójimos de nuestros hermanos y hermanas que pasan dificultades, compartiendo con ellos nuestros bienes espirituales y materiales. Así, acogiendo en lo concreto de nuestra vida la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, atraeremos su fuerza transformadora también sobre la creación.
Fuente: AciPrensa 26-02-2019 / Publicado por: O.Revette

martes, 15 de enero de 2019

Dejan caer la Eucaristía en Misa y la reacción de este sacerdote se hace viral



Hace unos días en una Misa en Estados Unidos alguien dejó caer la hostia consagrada y la reacción del sacerdote celebrante se hizo viral en las redes sociales.
“En la Misa de esta noche alguien dejó caer la Eucaristía al piso y esta fue la reacción del P. Jim. Después de que todos recibieron la Comunión, se postró en una de sus rodillas, levantó la hostia y la consumió. Luego limpió el suelo con la mano y lamió su mano”, escribió Nick Switzer en su cuenta de Facebook el pasado 5 de enero.
La publicación se hizo viral rápidamente, fue compartida más de 3.400 veces y tiene más de 9 mil reacciones.
La Misa fue presidida por el párroco P. James (Jim) Rafferty en la parroquia St. Mary Our Lady of the Annunciation en la localidad de Rockwood, en la Arquidiócesis de Detroit, estado de Michigan.
“Mientras uno de los acólitos fue por un purificador y agua, el P. Jim se quedó en el lugar en posición de genuflexión como si estuviera adorando el lugar donde cayó la Eucaristía, como si fuera tierra santa”, prosiguió el relato.
“El acólito le dio el purificador y el agua, y el P. Jim limpió el lugar completamente y muy reverentemente. Fue hermoso. La mujer frente a mí lloraba, yo casí lloré. El organista seguía tocando mientras esto sucedía. Fue muy inspirador”, destacó Switzer.
Tras el relato, Nick Switzer hizo una reflexión sobre lo que había significado ser testigo de la devota reacción del sacerdote.
“La Eucaristía no es solo pan sino el cuerpo, la sangre, alma y la divinidad de Jesucristo. Y son los sacerdotes como el P. Jim, quienes tratan a la Eucaristía como lo que la Eucaristía realmente es, quienes muestran a sus fieles el sorprendente regalo que tenemos en la Iglesia Católica. Gracias Padre Jim”, escribió.
La parroquia St. Mary Our Lady of the Annunciation confirmó a ACI Prensa la veracidad del relato de Switzer.
Lo que se debe hacer cuando cae una hostia consagrada al suelo
El numeral 280 de la Instrucción General del Misal Romano señala que “si se cae la Hostia o alguna partícula, recójase con reverencia; pero si se derrama algo de la Sangre del Señor, lávese con agua el lugar donde hubiere caído y, después, viértase esta agua en el ‘sacrarium;  (o piscina) colocado en la sacristía”.
El sacrarium o piscina es un “depósito con desagüe directo a la tierra, donde se echa el agua que se ha sobrado de una función sagrada, como el lavado de los objetos sagrados. Generalmente está en la sacristía”.
Lo establecido en el numeral 280 de la Instrucción General del Misal Romano tiene su origen en un documento más antiguo llamado De Defectibus, donde se lee que “si la hostia consagrada o alguna partícula de ella cayera al suelo, debe recogerse con reverencia. El lugar donde cayó debe ser lavado y raspado ligeramente y luego poner la pizca o raspado en el sacrarium”.
Respecto a la postura en la que el P. Rafferty esperó que le llevaran el agua y el purificador, cabe recordar que efectivamente se llama genuflexión, como relató Nick Switzer.
El numeral 274 de la Instrucción General del Misal Romano señala que “la genuflexión, que se hace doblando la rodilla derecha hasta la tierra, significa adoración; y por eso se reserva para el Santísimo Sacramento, así como para la santa Cruz desde la solemne adoración en la acción litúrgica del Viernes Santo en la Pasión del Señor hasta el inicio de la Vigilia Pascual”.
Fuente: AciPrensa 14.01.2019 / Publicado por: O.Revette 15-01-2019

Milagro que permitiría beatificación del médico José Gregorio Hernández en Venezuela


El Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo Emérito de Caracas, dio a conocer el que sería el milagro para la beatificación del venerable médico venezolano don José Gregorio Hernández.
En declaraciones a ACI Prensa, el Cardenal explicó que “recientemente se realizó en San Fernando de Apure el proceso canónico de un presunto milagro ocurrido en esa diócesis”.
El Purpurado dijo que este proceso se realiza cuando “se tiene indicios de que un hecho real no tiene explicación natural. Se trata de una investigación oficial, eclesiástica y regida por normativas canónicas. Es un estudio muy serio, diligente y muy detallado del presunto hecho sobrenatural”.
En este caso, dijo el Arzobispo Emérito, “el hecho investigado como presunto milagro fue la curación extraordinaria de una niña que recibió un balazo en la cabeza, con pronóstico reservado”.
“A pesar de muchas circunstancias adversas: lugar lejano, mucho tiempo transcurrido entre el incidente y la llegada al hospital, y del pronóstico inicialmente negativo de los médicos, la niña se curó totalmente, de manera inexplicable por causas naturales”, indicó el Cardenal Urosa a ACI Prensa.
Para la sanación de la menor se pidió la intercesión de don Gregorio Hernández y “a él se atribuye la intervención de Dios para la curación de la niña”.
El Arzobispo explicó que el Cardenal Baltazar Porras, Administrador Apostólico de Caracas; Mons. Tulio Ramírez, Vicepostulador de la causa de beatificación del venerable José Gregorio Hernández, “y los sacerdotes que han realizado la investigación, tienen mucha confianza en que se pueda obtener en Roma la calificación de milagro para este hecho”.
La investigación concluyó en Venezuela y será enviada a la Congregación para las Causas de los Santos en el Vaticano.
El Cardenal Urosa dijo a ACI Prensa que “don Gregorio tiene fama de santidad desde el mismo momento de su muerte, y a lo largo de los años su personalidad se percibe cada vez más como un ser humano extraordinario, de grandes cualidades y virtudes”.
“Fue excelente profesor universitario, investigador científico, médico acertadísimo y sumamente generoso, hombre querido por toda la comunidad caraqueña de su época, sin distinción de clases sociales”. Asimismo, como católico practicante, "brilló por su ardiente caridad hacia el prójimo, especialmente hacia los pobres”.
“Su testimonio nos invita a seguir el camino de Jesucristo, que es el camino hacia la felicidad y hacia la salvación eterna, y demuestra la importancia de la vivencia de la fe para el óptimo desempeño humano”, concluyó.
Breve biografía
José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en el pequeño pueblo campesino de Isnotú, estado de Trujillo (Venezuela). Su madre falleció cuando él tenía solo ocho años.
Estudió medicina en Caracas y tuvo tanto éxito que el presidente venezolano lo envió a estudiar microscopía, histología normal, patología y fisiología experimental en París.
Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Después de llevar a su familia a la capital, quiso ser monje de clausura en Italia, para dedicarse solo a Dios.
En 1908 entró a la Cartuja de Farneta con el nombre de hermano Marcelo. Sin embargo, algunos meses después se enfermó y su superior le ordenó volver a Venezuela para recuperarse. 
Llegó a Caracas en abril de 1909 y ese mismo mes recibe permiso para ingresar en el Seminario Santa Rosa de Lima, pero siguió anhelando la vida monástica. Volvió a Roma luego de tres años, hizo algunos cursos de Teología en el Colegio Pío Latinoamericano, pero una vez más enfermó y tuvo que volver a Venezuela.
Comprendió que Dios lo quería laico y ya no intentó volver a la vida religiosa. Decide convertirse en un católico ejemplar siendo médico, sirviendo al Señor en los enfermos.
Dedicaba dos horas diarias para servir a los pobres.
Un día, mientras cruzaba la calle para comprar medicinas para una anciana muy pobre, fue atropellado y llevado a un hospital donde un sacerdote pudo impartirle la Unción de los Enfermos, antes de morir el 29 de junio de 1919.
Caracas se conmovió y muchos decían: "Ha muerto un santo". Fueron tantos los que asistieron a su velorio que las autoridades tuvieron que intervenir para organizar a la multitud que quería despedirse de él.
Fuente: AciPrensa 14.01.2019 / Publicado por: O.Revette 15-01-2019