domingo, 20 de septiembre de 2015

La clave para ser un buen líder según el Papa Francisco

La clave para ser un buen líder según el Papa Francisco


Foto referencial: Flickr JMJ Rio 2013(CC BY-NC-SA 2.0)

VATICANO, 19 Sep. 15 / 08:52 am (ACI).- El Papa Francisco explicó la clave para ser un buen líder durante una conversación que sostuvo vía satélite con diez jóvenes de La Habana y Nueva York en la víspera de su viaje a Estados Unidos y Cuba que se inicia hoy y concluirá el domingo 27 de septiembre.
En una de las preguntas de los muchachos sobre el liderazgo, el Santo Padre dijo: “mira, yo solamente te digo una cosa: un líder es buen líder si es capaz de hacer surgir entre los jóvenes otros líderes”.
“Si un líder quiere ser líder él solo, es un tirano. O sea, el verdadero liderazgo es fecundo y, cada uno de ustedes, cada uno de ustedes, tiene la semilla del liderazgo adentro. Háganla crecer. Sean líderes en lo que les toca ser líderes. Líderes de pensamiento, líderes de acción, líderes de alegría, líderes de esperanza, líderes de construcción de un mundo mejor”.
El Papa aseguró que “ese es el camino para ustedes, pero la semilla la tienen ustedes. Los liderazgos únicos hoy son y mañana no son. Si no siembran liderazgos en los demás, no sirven, son dictadores. Yo no tengo ganas de ser dictador. Por eso, me gusta sembrar, no sé”.
Fuente: Aciprensa
Publicado por: O.Revette 20/09/2015 7:11am

jueves, 17 de septiembre de 2015

9 ideas para rezar el Rosario cuando estas muy muy ocupado


He decidido que hacer el Rosario diario será una prioridad en mi vida. Si tú piensas que no tienes 20 minutos para sentarte a hacer oraciones a María y meditar sobre los misterios de la vida de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, yo encontraré 20 minutos en tu ocupada agenda. Ten en cuenta que no tienes que rezar los 5 misterios continuos, puedes dividirlos durante el día, y no es necesario que lleves un rosario contigo, para eso tienes 10 dedos que te ayudarán con este propósito.
A continuación te presentamos 9 ocasiones perfectamente apropiadas para que reces el Rosario HOY, por muy ocupado que esté tu día.
1. Mientras corres.
¿Acostumbras a trotar regularmente? Acompaña tu actividad física haciendo el Rosario, en vez de escuchar música. Eninternet puedes encontrar muchos podcasts (mp3) y aplicaciones que te permiten escuchar y rezar mientras corres.
2. En el automóvil.
Es asombroso cómo he aprendido a rezar el Rosario mientras me desplazo de un lugar a otro, mientras voy camino al supermercado, poner gasolina, llevar los niños a la escuela o rumbo al trabajo. Los viajes en el vehículo suelen ser de más de 20 minutos, así que los aprovecho activamente. Uso un CD con el Rosario y lo rezo mientras lo escucho. Me hace sentir como si estuviera rezando en grupo.
3. Mientras limpias. 
Reza mientras pasas la aspiradora, doblas la ropa, quitas el polvo y o lavas los trastes del almuerzo. Mientras lo haces, puedes interceder y bendecir con tu oración a todos aquellos que se verán beneficiados por tus esfuerzos por un hogar más limpio y organizado
4. Mientras sacas el perro a pasear. 
¿Llevas a pasear tu perro todos los días? Aprovechar el tiempo de paseo para rezar el Rosario es mucho mejor que dejar que tu mente vague sin sentido ¡Mantenla centrada en Jesús y María!
5. En tu hora de almuerzo. 
Toma un descanso a diario para tu almuerzo y sentarte en silencio a rezar el Rosario. Durante los meses de verano podrías hacerlo afuera y disfrutar contemplando las bellezas de la naturaleza que Dios nos ha regalado.
6. Caminando en un paseo a solas
Una vez a la semana considera rezar un rosario caminando. Llevas el rosario en la mano y caminas al ritmo de la oración. Otras personas podrán verte haciéndolo, así que tendrás que evitar la pena, ser valiente y dar testimonio alegre de oración. Un sacerdote de mi parroquia solía hacerlo en lugares visibles alrededor de la ciudad y era increíblemente poderoso verlo rezando mientras caminaba a la vista pública.
7. Antes de acostarte a dormir. 
Es una hermosa manera de tener a Jesús y María como últimos pensamientos en tu mente antes de dormir. El único riesgo es quedarte dormido antes de terminar el rosario entero. Concéntrate en el amor que le tienes a la Virgen y nuestro Señor para mantenerte despierto. Recuerda las palabras de Jesús “Velen y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26,41)
8. En la Iglesia. 
Es muy poderoso rezar el Rosario en la presencia de Jesús Sacramentado y junto a otras personas de tu parroquia. Haz una cita semanal con Jesús para visitarlo en el Santísimo Sacramento y rezar el Rosario en Adoración. O, si tu parroquia tiene la práctica del Rosario en Grupo ¡Únete! (Muchas parroquias suelen rezarlo grupalmente antes de la Santa Misa)
9. Mientras estás esperando
¿Cuántas veces estamos esperando algo en el día? Durante la espera en la fila del supermercado, en el consultorio del médico o en la parada del autobús, puedes rezar una década del Rosario cada vez que esperas y al final del día lo habrás terminado completo
¿Qué otras sugerencias tienes para hacer el rosario en tus días ocupados? Déjanos tus respuestas en los comentarios.
Traducción al español y adaptación de PildorasdeFe.net del artículo publicado originalmente en CatholicNewbie.com
Fuente: Aleteia
Articulo publicado por: Daniel Da Costa

viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Hablas mal de la gente y te crees mejor que ellos? Eres hipócrita, dice el Papa

VATICANO, 11 Sep. 15 / 05:22 am- El Papa Francisco habló esta mañana en su homilía de la Misa en la Casa Santa Marta del riesgo de juzgar a los demás y creerse mejor que ellos, algo de lo que incluso él mismo debe tener cuidado, precisó. Por eso, alabó la capacidad de que uno se acuse a sí mismo y sepa detenerse cuando vaya a hablar mal de los otros, puesto que quien actúa así se convierte en un hipócrita.
El Pontífice afirmó que el Señor habla de una "recompensa" si no se actúa de esa manera: "'No juzguen y no serán juzgados. No condenen y no serán condenados'".
"Pero nosotros podemos decir: esto es bonito, ¿eh? Y cada uno de ustedes puede decir: 'Pero Padre, es bonito, pero ¿cómo se hace eso?, ¿Y cuál es el primer paso para ir en este camino?'".
"El primer paso es acusarse a sí mismo. La valentía de acusarse a uno mismo antes que acusar a los otros".
San Pablo, en las lecturas del día "alaba al Señor porque le ha elegido y le da gracias porque 'me ha dado confianza poniéndome a su servicio', porque yo era 'un blasfemo, un perseguidor y un violento'. Pero tuvo misericordia", dijo el Papa.
Francisco aludió a las palabras de Jesús cuando alude a "la paja en el ojo ajeno del hermano y la viga que está en el tuyo". "Primero —prosiguió— es necesario quitar la viga del propio ojo, acusarse a sí mismo" y no sentirse "el juez para quitar la paja de los ojos de los demás".
"Y Jesús usa esa palabra que solamente usa con aquellos que tienen una doble cara, doble alma: '¡hipócrita!, ¡hipócrita!'. El hombre y la mujer que no aprenden a acusarse a sí mismo se convierten en unos hipócritas", manifestó el Santo Padre. "Comenzando por el Papa, hacia abajo: todos", aseguró a continuación.
"Si uno de nosotros no tiene la capacidad de acusarse a sí mismo y después dice, si es necesario, a quien se deban decir las cosas de los otros, no es cristiano, no entra en esta obra tan bella de la reconciliación, de la pacificación, de la ternura, de la bondad, del perdón, de la magnanimidad, de la misericordia que nos ha llevado Jesucristo".
El Pontífice afirmó que lo primero es pedir "la gracia al Señor de una conversión" y "cuando me viene a la mente pensar en los defectos de los otros, detenerse". Pero también "tener la valentía que tiene Pablo" de decirse las cosas.
"Ahorremos los comentarios sobre los otros y hagamos comentarios sobre nosotros mismos. Y este es el primer paso de este camino de la magnanimidad. Porque aquel que sabe mirar solamente la paja en el ojo del otro termina en la mezquindad, un alma mezquina, llena de pequeñeces, llena de murmuraciones".
Francisco terminó invitando a pedir esta gracia "de seguir el consejo de Jesús: ser generosos en el perdón, ser generosos en la misericordia".
Para canonizar "a una persona existe todo un proceso, se necesita un milagro, y después la Iglesia" la proclama santa. Pero "si se encontrara alguna persona que nunca, nunca, nunca hubiese hablado mal del otro", "se la podría canonizar rápidamente".
Evangelio de hoy
Lucas 6,39-42
"¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola: "¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame que te saque la mota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano."

Fuente: Aciprensa
Articulo publicado por: Orlando Revette

VIRGEN DE COROMOTO

Virgen de Coromoto 

Patrona de Nuestra Venezuela



Virgen de Coromoto / Parroquia San Carlos Borromeo 
Caricuao Sector UD6 / Caracas Venezuela / Foto: O.Revette 11/09/2015


La historia de esta advocación mariana data de un hecho que ocurrió en las selvas de Portuguesa, Venezuela, el 8 de septiembre de 1652, donde la Virgen María se le apareció al indio Coromoto, cacique de los indios cospes, pidiéndole que tanto él como su gente se conviertan y se bauticen, el cacique le relató lo sucedido a su encomendero, don Juan Sánchez, varios indígenas cospes se convirtieron y se bautizaron, pero no el testarudo cacique, quien se quedó solo en la selva, la Virgen se le aparece otra vez, y Coromoto, enceguecido por la ira, alza su brazo para agarrarla y desaparece, la aparición se materializó en una estampita hecha de fibra de árbol (esta misma imagen se venera hoy en Guanare).


Coromoto es mordido por una serpiente venenosa y vuelve a Guanare, herido y a punto de morir, comenzó a pedir el Bautismo, y al bautizarse, se convierte en apóstol y rogó al grupo de indios cospes rebeldes que estaba bajo su mando, que se bauticen.

Meses después, Coromoto, ahora con el nombre cristiano de Angel Custodio, muere en buena vejéz.

El Pápa Pio XII en 1950, la declaró Patrona de Venezuela y el Papa Juan Pablo II la coronó en su visita al Santuario mariano en Guanare.



CURIOSIDADES!!!
La reliquia que la virgen dejó en manos del Cacique Coromoto ya no se veía, por lo cual a solicitud del obispo de Guanare, monseñor José Sótero Valero, la Conferencia Episcopal autorizó su restauración por un equipo de expertos recomendados por la Santa Sede.



En la refacción efectuada en la Casa de Retiros La Bella Señora, de las Siervas del Santísimo en aquella ciudad, se comprobó la autenticidad y legitimidad de la figura divina. En esta intervención, los expertos se encontraron con la sorpresa de que en un ojo de la imagen está la figura del cacique Coromoto, como ocurre con la Guadalupe, que tiene reflejado al indio Juan Diego, al cual se le apareció en México.


La reliquia que mide aproximadamente 27 milímetros de alto por 22 mm de ancho, se conserva en un óvalo de oro de 41 milímetros de alto por 33 mm de ancho.

Icono original de nuestra Madre de Coromoto,


Virgen de Coromoto
Parroquia San Carlos Borromeo 

Caricuao Sector UD6 / Caracas Venezuela
Foto: O.Revette 09/09/2015


Publicado y Fotos: O.Revette 11/09/2015

viernes, 4 de septiembre de 2015

Antes de hablar mal del otro ¡morderse la lengua! "Papa Francisco"

Papa Francisco: Antes de hablar mal del otro ¡morderse la lengua!


El Papa Francisco en la capilla de la Casa Santa Marta. Foto L'Osservatore Romano
El Papa Francisco en la capilla de la Casa Santa Marta. Foto L'Osservatore Romano

VATICANO, 04 Sep. 15 / 10:21 am (ACI).- En la homilía de la Misa que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco sugirió que antes de hablar mal del otro sembrando cizaña y división, mejor sería “¡morderse la lengua!”
El Santo Padre dijo que “cada vez que me viene a la boca decir algo que sea sembrar cizaña y división y hablar mal del otro... ¡morderse la lengua!”
“Se los aseguro, ¿eh? Que si ustedes hacen este ejercicio de morderse la lengua en lugar de sembrar cizaña, las primeras veces se les hinchará la lengua, herida, porque el diablo nos ayuda en esto porque es su trabajo, su oficio: dividir”, dijo luego.
El Pontífice resaltó “nos hará bien preguntarnos: ¿Yo siembro paz? Por ejemplo, con mi lengua, ¿siembro paz o siembro cizaña?¿Cuántas veces hemos oído decir de una persona: ‘Pero, ¡tiene una lengua de serpiente!’, porque hace siempre lo que hizo la serpiente con Adán y Eva, ha destruido la paz”.
“Esto es un mal, esta es una enfermedad en nuestra Iglesia: sembrar división, sembrar el odio, no sembrar la paz. Es bueno para nosotros que cada día nos hagamos esta pregunta: '¿Hoy sembré paz o sembré cizaña?'. 'Pero, a veces, hay que decir las cosas, porque aquél y aquella…': con esta actitud, ¿qué siembras tú?”
El Papa recordó que los cristianos están llamados a ser como Jesús, que “vino a nosotros para pacificar y reconciliar”: “si una persona, durante su vida, no hace otra cosa que reconciliar y pacificar, se la puede canonizar: esa persona es santa. Pero, debemos crecer en esto, debemos convertirnos: nunca una palabra que sea para dividir, nunca”.
“Nunca una palabra que traiga guerra, pequeñas guerras, nunca las habladurías. Yo pienso: ¿qué son las habladurías? 'Eh, nada, decir una palabrita contra otro o contar una historia: hizo esto…' ¡No! Decir habladurías es terrorismo porque el que las hace es como un terrorista que tira una bomba y se va, destruye: con la lengua destruye, no hace la paz. Pero, ¿es vivo eh? No es un terrorista suicida, no, no, él se cuida bien”.
Según  señala Radio Vaticano, Francisco meditó en un pasaje del Evangelio en el que San Pablo muestra la tarjeta de identidad de Jesús: es el primogénito de Dios, es Dios mismo. El Padre lo ha enviado a “reconciliar y pacificar” a la humanidad después del pecado. “La paz es obra de Jesús”, dijo el Papa, de su “abajarse para obedecer hasta la muerte y muerte de cruz”.
“Cuando hablamos de paz o reconciliación”, aunque sean pequeñas paces, pequeñas reconciliaciones, tenemos que pensar en la “gran paz y en la gran reconciliación” que hizo Jesús”.
El Pontífice precisó que “sin Él la paz no es posible. Sin Él no es posible la reconciliación”. “Nuestra tarea es la de ser “hombres y mujeres de paz, hombres y mujeres de reconciliación”, en medio de las noticias de guerras, de odio, “incluso en las familias”.
Fuente: AciPrensa
Publicado por: O.Revette
04/09/2015 11:37am

jueves, 3 de septiembre de 2015

Cuesta reconocernos pecadores pero “somos doctores” señalando a otros "Papa Francisco"

Papa Francisco: Cuesta reconocernos pecadores pero “somos doctores” señalando a otros


El Papa Francisco celebra Misa en la Casa Santa Marta (Foto L'Osservatore Romano)
El Papa Francisco celebra Misa en la 
Casa Santa Marta (Foto L'Osservatore Romano)

VATICANO, 03 Sep. 15 / 12:42 pm (ACI).- “Es fácil decir que Jesús es el Señor, difícil en cambio es reconocerse pecadores. Esta capacidad de decir que somos pecadores nos abre al estupor que nos lleva a encontrar verdaderamente a Jesucristo”, dijo el Papa Francisco en la homilía de la Misa de hoy celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta donde reside.
El Santo Padre, informa Radio Vaticano, explicó que es fácil decir que Jesús es el Señor, difícil en cambio reconocerse pecadores. Es la diferencia entre la humildad del publicano que se reconoce pecador y la soberbia del fariseo que habla bien de sí mismo.
En su reflexión, el Santo Padre afirmó que “esta capacidad de decir que somos pecadores nos abre al estupor que nos lleva a encontrar verdaderamente a Jesucristo. También en nuestras parroquias, en la sociedad, entre las personas consagradas: ¿Cuántas son las personas capaces de decir que Jesús es el Señor?, muchas. Pero es difícil decir: 'Soy un pecador, soy una pecadora'. Es más fácil decirlo de los otros, ¿verdad? Cuando se dicen los chismes. Todos somos doctores en esto, ¿verdad?”
Para llegar a un verdadero encuentro con Jesús es necesaria una doble confesión, prosiguió el Pontífice: “Tu eres el hijo de Dios y yo soy un pecador”, pero no en teoría, sino por esto, por esto y por esto”.
En la homilía en la que reflexionó sobre el pasaje de Pedro que confía en Jesús, arroja las redes y consigue una pesca abundante tras una jornada en la que no había obtenido nada, el Papa refirió que el Apóstol después se olvida del estupor del encuentro y lo reniega, pero porque “es humilde se deja encontrar por el Señor, y cuando sus miradas se encuentran él llora, vuelve a la confesión: Soy pecador”.
El Santo Padre, señala Radio Vaticano, indicó que la fe es como un encuentro con Jesús y confía que le gusta pensar: "Jesús pasaba la mayor parte de su tiempo en las calles, con la gente, y al anochecer se retiraba solo a rezar”.
Hay dos modos de encontrar al Señor: el primero es el de Pedro, de los apóstoles y del pueblo: “el evangelio usa la misma palabra sobre esta gente, sobre el pueblo, los apóstoles, y Pedro: se quedaron asombrados”. Y el pueblo “sentía este estupor y decía: Él habla con autoridad. Nunca un hombre ha hablado así”, dijo el Papa Francisco.
En cambio entre los que encontraban a Jesús había otro grupo que no dejaba al asombro entrar en sus corazones. Los doctores de la Ley hacían sus cálculos, tomaban distancia y decían; “es inteligente, dice cosas verdaderas, pero a nosotros no nos conviene”.
Los mismos demonios confesaban que Jesús era el Hijo de Dios, pero como los doctores de la Ley y los malos fariseos “no tenían la capacidad de asombrarse, estaban cerrados en su autosuficiencia, en su soberbia”, prosiguió.
“Pedro reconoce que Jesús es el Mesías, pero confiesa que es un pecador”. Los demonios “llegan a decir la verdad sobre él”, mientras que los doctores de la ley si bien dice “es inteligente, es un rabino capaz, hace milagros”, no dicen “somos soberbios, somos autosuficientes, somos pecadores”. La incapacidad de reconocerse pecadores nos aleja de la verdadera confesión de Jesucristo.
Para concluir el Pontífice alentó a que “el Señor nos dé la gracia de encontrarlo y también de dejarnos que Él nos encuentre. Nos de la gracia hermosa de este estupor del encuentro”.
Fuente: AciPrensa

Publicado por: O.RevetteJueves 03/09/2015 6:42pmPastoral de Comunicacion Social "San Carlos Borromeo"

martes, 1 de septiembre de 2015

Los 7 hábitos diarios para las personas que quieren ser santas





Nadie nace santo. Se consigue la santidad con mucho esfuerzo, pero también con la ayuda y la gracia de Dios. Todos, sin exclusión, están llamados a reproducir en sí mismos la vida y el ejemplo de Jesucristo, caminar detrás de sus huellas.

Estás leyendo esto porque estás interesado en tomar tu vida espiritual más seriamente de ahora en adelante. Aceptar de corazón uno de los puntos clave del Concilio Vaticano II: la importancia de la doctrina de la llamada universal a la santidad. También conoces que Jesús es el único camino a la santidad "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida."

El secreto de la santidad es la oración constante la cual puede ser definida como el continuo contacto con la Santísima Trinidad: "reza siempre y sin desfallecer" (Lc. 18,1). Hay varios caminos para llegar a conocer a Jesús. Nosotros vamos a hablar brevemente sobre algunos de ellos en este artículo. Si quieres llegar a conocer, amar y servir a Jesús de la misma forma que aprendes a amar y enamorarte de otras personas: tu esposa, miembros de tu familia y amigos íntimos, por ejemplo, pasando un tiempo considerable con él en forma regular y, en este caso básicamente todos los días. El retorno, si lo haces, es la única verdadera felicidad en esta vida y la visión de Dios en la próxima. No hay sustituto a esto.

La santificación es un trabajo de toda la vida y requiere nuestro determinado esfuerzo para cooperar con la gracia santificante de Dios que viene por medio de los Sacramentos.

Los siete hábitos diarios que propongo consisten en el ofrecimiento de la mañana, la lectura espiritual (Nuevo Testamento y un libro espiritual sugerido por tu director espiritual), el Santo Rosario, la Santa Misa y Comunión, al menos quince minutos de oración mental, la recitación del Ángelus al mediodía y un breve examen de conciencia por la noche. Estos son los principales medios para alcanzar la santidad. Si eres una persona que quiere llevar a Cristo a otros a través de la amistad, estos son instrumentos con los cuales almacenarás la energía espiritual que te permitirá hacerlo. La acción apostólica sin los sacramentos, volverá ineficaz una sólida y profunda vida interior. Puedes estar seguro que los santos incorporaron por uno u otro camino todos estos hábitos en su rutina diaria. Tu objetivo es ser como ellos, contemplativos en el medio del mundo.

3 puntos importantes para prepararnos a cumplir los hábitos: Quiero remarcar varios puntos antes de examinar los hábitos

1. Recuerda que el crecimiento en estos hábitos diarios son como una dieta o un programa de ejercicio físico, es un trabajo de proceso gradual. No esperes incorporar los siete o aún dos o tres de ellos en tu agenda diaria inmediatamente. No puedes correr una carrera de cinco kilómetros si antes no te has entrenado. Tampoco puedes tocar a Liszt a la tercera clase de piano. Esta prisa te invita al fracaso, y Dios quiera que tengas éxito tanto en tu ritmo como en el Suyo.

Debes trabajar cercanamente con tu director espiritual y gradualmente incorporar los hábitos a tu vida en el período de tiempo que corresponda a tu particular situación. Puede ser el caso que por las circunstancias de tu vida se requiera la modificación de los siete hábitos.

2. Al mismo tiempo tu debes hacer el firme propósito, con la ayuda del Espíritu Santo y tus especiales intercesores, para hacer de ellos la prioridad de tu vida - más importante que comer, dormir, trabajar y descansar-. Quiero aclararte que estos hábitos no se pueden adquirir a las corridas. Ese no es el modo como nosotros queremos tratar a los que amamos. Ellos deben hacerse cuando estemos más atentos durante el día en un lugar en silencio y sin distracciones; donde sea fácil ponerse en presencia de Dios y estar con Él.

 Después de todo, ¿no es más importante nuestra vida eterna que nuestra vida temporal? Todo esto redundará al momento de nuestro juicio como una cuenta de amor a Dios en nuestro corazón.

3. Quiero dejar en claro que vivir los hábitos no es pérdida de tiempo. No estás perdiendo el tiempo, en realidad lo ganas. Nunca conocerás una persona que viva todos ellos diariamente que sea menos productiva como trabajador o peor esposo o que tenga menos tiempo para sus amigos o no pueda cultivar su vida intelectual. Todo lo contrario, Dios siempre recompensa a los que lo ponen a El primero.

Nuestro Señor multiplicará asombrosamente tu tiempo como multiplicó los panes y los peces y dio de comer a la multitud hasta saciarse. Puedes estar seguro de que el papa Juan Pablo II, la Madre Teresa o San Maximiliano Kolbe rezaban mucho más que la hora y media que se sugiere en estos hábitos repartidos a lo largo del día.

Los 7 hábitos para quienes quieren ser santos

Primer Hábito: Ofrecimiento del día por la mañana

El primer hábito es el ofrecimiento del día por la mañana; cuando te arrodillas y, utilizando tus propias palabras o una fórmula, ofreces todo tu día a la gloria de Dios. Lo que no es simple es lo que sucederá antes del ofrecimiento. "Véncete cada día desde el primer momento, levantándote en punto, a la hora fija, sin conceder ni un minuto a la pereza." Si con la ayuda de Dios te vences, tendrás mucho adelantado para el resto de la jornada. ¡Desmoraliza tanto sentirse vencido en la primera escaramuza! (San Josemaría- Camino, 191)

En mi experiencia pastoral, quien puede vivir el "minuto heroico" en la mañana y a la noche va a la cama en el tiempo previsto, tiene la energía física y espiritual a lo largo del día para parar lo que este haciendo para cumplir los otros hábitos.

Segundo Hábito: Quince minutos de oración en silencio

El segundo hábito es por lo menos quince minutos de oración en silencio. Puedes agregar otros quince minutos extras en otro momento del día. Después de todo, ¿Quién no desea pasar más tiempo con tan excelente compañía? La oración es una conversación uno a uno, directa con Jesucristo, preferentemente frente al Santísimo Sacramento en el Sagrario. Esta es tu hora de la verdad o tu momento superior. Si lo deseas puedes abrirte y hablar acerca de lo que está en tu mente y en tu corazón.

Al mismo tiempo adquirirás el hábito de escuchar cuidadosamente y meditar como otra María (Lc. 10.38-42) para ver qué es lo que Jesús te está pidiendo y qué te quiere dar. Es aquí que nosotros comprendemos su dicho "Sin Mí, nada pueden hacer."

Tercer Hábito: Quince minutos de lectura espiritual

El tercer hábito son quince minutos de lectura espiritual que usualmente consistirá en unos pocos minutos de sistemática lectura del Nuevo Testamento, para identificarnos con la Palabra y acciones de nuestro Salvador. El resto del tiempo en un libro clásico de espiritualidad católica recomendado por tu director espiritual.

En cierto sentido, es el más práctico de nuestros hábitos porque a través de los años leeremos varias veces la vida de Cristo y adquiriremos la sabiduría de los santos y de la Iglesia junto con la lectura de docenas de libros, los cuales enriquecerán nuestro intelecto. También podremos poner las ideas allí expresadas en acción.

Cuarto Hábito: Participar en la Santa Misa y Recibir la Santa Comunión en estado de gracia

El cuarto hábito es participar en la Santa Misa y recibir la Santa Comunión en estado de gracia. Este es el hábito más importante de todos los siete (cfr. Jn. 6, 22-65). Ella debe estar muy en el centro de nuestra vida interior y consecuentemente de nuestro día.

 Este es el acto más íntimo, posible del hombre. Encontramos a Cristo vivo, participamos en la renovación de Su sacrificio por nosotros y nos unimos a su cuerpo y alma resucitado. Como el papa Juan Pablo II dijo en su Exhortación Apostólica Ecclesia in America "La Eucaristía es el centro viviente y eterno centro alrededor del cual la comunidad entera de la Iglesia se congrega" (n°35).

Quinto Hábito: Rezar cada día al mediodía el Angelus o Regina Coeli

El quinto hábito es rezar cada día al mediodía el Angelus o Regina Coeli, invocando a Nuestra Santísima Madre de acuerdo al tiempo litúrgico. Esta es una costumbre católica que se remonta a muchos siglos. Este es un hermoso modo de honrar a Nuestra Señora por un momento. Como niños recordamos a Nuestra Madre durante el día y meditamos sobre la Encarnación y Resurrección de Nuestro Señor, el cual da sentido a toda nuestra existencia.

Sexto Hábito: El rezo del Santo Rosario cada día

El sexto hábito también es Mariano. El rezo del Santo Rosario cada día y la meditación de los misterios, los cuales versan sobre la vida de Nuestro Señor y Nuestra Señora. Es un hábito que, una vez adquirido es difícil abandonar. Junto con la repetición de las palabras de amor a María y el ofrecimiento de cada decena por nuestras intenciones, nosotros tomamos un atajo hacia Jesús el cual pasa a través del corazón de María. El no puede rechazar nada de Ella.

Séptimo Hábito: Breve examen de conciencia por la noche antes de ir a la cama

El séptimo hábito es un breve examen de conciencia por la noche antes de ir a la cama. Te sientas, pides luces al Espíritu Santo y por varios minutos revisas tu día en presencia de Dios preguntándote si te has comportado como un hijo de Dios en el hogar, en el trabajo, con tus amigos. También miras una particular área, la cual tu tienes identificada con ayuda de tu director espiritual, quien conoce tus necesidades para mejorar y llegar a la santidad. También puedes hacer una rápida mirada para ver si has sido fiel en los hábitos diarios que hemos discutidos en este artículo. Luego haces un acto de gratitud por todo lo bueno que has hecho y recibido, y un acto de contricción por aquellos aspectos en los que voluntariamente has fallado.

Si una persona honestamente mirase su día, no importa cuán ocupado esté, (y nunca me pareció encontrarme con gente que no esté muy ocupada a no ser que esté permanentemente retirada), puede frecuentemente encontrar que usualmente mal gasta un poco de tiempo cada día.

Piensa, ¿qué necesidad hay de una taza de café extra cuando puedes usar ese tiempo para visitar el Santísimo Sacramento, quince minutos antes de comenzar el trabajo? O la media hora o mucho más, gastada mirando programas de televisión o videos. También es común, gastar tiempo durmiendo en el tren o escuchando la radio en el auto cuando puede ser usado para rezar el Rosario. Como también, ¿el diario no lo puedes leer en diez minutos en lugar de veinte dejando espacio para la lectura espiritual?

¿Y esa comida no podría hacerse en media hora dejando espacio para la Misa? No olvides que esta media hora es tiempo mal gastado cuando al final del día podrías haberla usado para una buena lectura espiritual, examinar tu conciencia e ir a la cama a tiempo para recuperar energías para las batallas del día siguiente. La lista continúa. Puedes hacer la tuya.

Sé honesto contigo y con Dios. Estos hábitos, vividos bien, nos capacitan para obedecer la segunda parte del gran mandamiento amar a los otros como a nosotros mismos. Estamos en la tierra como estuvo el Señor "para servir y no para ser servido." Esto sólo puede ser alcanzado junto a nuestra gradual transformación en otro Cristo a través de la oración y los sacramentos.

Viviendo estos siete hábitos llegaremos a ser personas santas y apostólicas, gracias a Dios. Ten por seguro que, cuando caigamos en algo grande o pequeño, siempre tendremos un Padre que nos ama y espera en el Sacramento de la Penitencia y la devota ayuda de nuestro consejero espiritual para que volvamos a nuestro curso correcto.

Fuente: Pildorasdefe.net
Articulo publicado por: Daniel Da Costa